Desentrañar la esencia del Método Buteyko de Respiración
Hace décadas, había un hombre llamado Konstantin Buteyko. Nacido en Kiev en 1923, vivió durante la Segunda Guerra Mundial. Después, se trasladó a Moscú para estudiar medicina. Pero, ¿qué tiene que ver este hombre con la respiración?
Respiración sana
Hace décadas, había un hombre llamado Konstantin Buteyko. Nacido en Kiev en 1923, vivió durante la Segunda Guerra Mundial. Después, se trasladó a Moscú para estudiar medicina. Pero, ¿qué tiene que ver este hombre con la respiración? Bueno, Buteyko se interesó por la conexión entre la respiración y la salud. Se dio cuenta de que los enfermos respiraban con demasiada dificultad. En lugar de suponer que la enfermedad provoca una respiración pesada, se preguntó si no sería al revés. Así nació el Método Buteyko de Respiración. En este blog voy a esbozar algunos ejercicios que puedes hacer fácilmente en casa. ¿Me sigues?
¿Grandes respiraciones, o no?
Aunque muchos creen que respirar hondo aumenta el aporte de oxígeno, la ciencia nos dice lo contrario. Respirar demasiado profundamente puede hacer que el cuerpo pierda demasiado dióxido de carbono. Se debe a algo llamado Efecto Bohr, descrito por primera vez por el bioquímico danés Christian Bohr en 1904. Esto hace que nuestros glóbulos rojos retengan el oxígeno en lugar de liberarlo. Ahí es donde entra en juego el Método Buteyko de Respiración. Se trata de desarrollar un patrón respiratorio sutil, tranquilo y nasal, utilizando suficientemente el diafragma.
¡Desatasca tu nariz!
No puedo insistir lo suficiente en lo importante que es la respiración nasal, también cuando tomas tu baño diario de hielo. Definitivamente, no es aconsejable meterse en el agua fría con la nariz taponada. Pero, ¿y si tienes la nariz congestionada? Por supuesto, puedes intentar despejar la nariz sonándote, enjuagándote, vaporizándote o pulverizándote. Pero para variar, prueba este ejercicio: siéntate derecho y sigue tu respiración normal, cierra la boca, exhala suavemente por la nariz y aprieta ambas fosas nasales para cerrarlas. Aguanta la respiración, asiente con la cabeza hasta que sientas realmente la necesidad de respirar. Suelta la nariz, coloca opcionalmente una mano sobre la boca e inhala por la nariz. Mantén una respiración tranquila durante al menos 30 segundos o un minuto. Repite los pasos cuando sea necesario.
Cómodo tiempo de mantenimiento de la respiración
Después de despejar la nariz, también puedes medir tu Pausa de Control (PC). Es una prueba sencilla para evaluar la salud respiratoria general y el progreso de la respiración. ¡No hagas esta prueba en un baño de hielo! Prepara un cronómetro, siéntate erguido e inspira y espira normalmente por la nariz. Tras una espiración, pellízcate la nariz, haz una pausa en la respiración y, simultáneamente, pon en marcha el temporizador. ¿Sientes la necesidad de respirar? Entonces inhala tranquilamente por la nariz, detén simultáneamente el temporizador y anota este tiempo. Si tu respiración cambia después, como volviéndose más profunda o más rápida, la pausa ha sido demasiado larga. Espera unos minutos y vuelve a intentarlo.
Resultado
Si el resultado es sistemáticamente inferior a unos 20 segundos, es aconsejable examinar tu respiración. ¿Dónde respiras? ¿Cómo (cuánto) respiras? ¿Tu respiración es audible o no? ¿Experimentas síntomas compatibles con trastornos como la hiperventilación (crónica)? En ese caso, es útil que visites a tu médico de cabecera, logopeda o fisioterapeuta. Sin embargo, ten en cuenta que no todos los profesionales sanitarios están especializados en problemas respiratorios.
Respirar menos
El núcleo del Método Buteyko de Respiración es respirar menos. Un sencillo ejercicio respiratorio consiste en introducir una breve pausa entre tus exhalaciones e inhalaciones. Hazlo durante cinco o diez minutos, tres veces al día. También puedes probar a respirar por una fosa nasal, tapando con el nudillo del dedo índice la fosa nasal que tengas más taponada. Puede que sientas un poco de hambre de aire, lo cual es normal porque respiras menos. Intenta ignorar sensaciones como bostezos y suspiros. Aumenta gradualmente estos ejercicios, no deberías sentirte extremadamente incómodo. Si tienes una PC baja, es muy recomendable que realices estos ejercicios con la orientación de un especialista en respiración, como un logopeda o un fisioterapeuta.
¿Tienes curiosidad por saber más? Mantente atento a mis próximos blogs, en los que profundizaré en el intrigante mundo de la respiración.
Disfruta del frío,
Iris de Kock
Logopeda, entrenador respiratorio y vocal
Sígueme en @iris.dekock