Inspira. Espira. Inspira. Espira. Más profundo.
Inspira. Exhala. La potente voz de nuestro entrenador de respiración y frío suena como un mantra repetido en la primera planta de un edificio del siglo XIX en el Overtoom de Ámsterdam. Nuestro cuerpo se llena de oxígeno, hormigueo y una forma de energía difícil de abarcar con palabras. Tras una intensa sesión de respiración, salimos al exterior. En el jardín adyacente, nos espera una bañera hinchable completamente llena de agua y cubitos de hielo.

Aquella mañana aún me preguntaba por qué había hecho caso al impulso permanente de desafiarme a mí misma. ¿Meterme en una bañera hinchable llena de cubitos de hielo? Qué bien. Pero después de esa intensa sesión de respiración, me siento completamente preparada para dominar ese baño de hielo. Mi mano se levanta inmediatamente cuando me preguntan quién quiere empezar. Y medio minuto después descubro que no es la bañera de hielo lo que tienes que dominar, sino tu propia mente.

Pensar a quién tienes que llamar todavía o qué mensajes quieres responder queda descartado cuando estás rodeado de 45 kilos de cubitos de hielo. Sólo puedes pensar en "tengo que salir de aquí cuanto antes". Concentrarse, respirar y dejarse llevar: de eso se trata ahora. Y eso es duro. Pero, maldita sea, sienta bien.

Cuando salgo, renazco. El humano que hay en mí se ha transformado en un ser conectado con sus instintos y su fuerza interior. Me siento un animal. Pero de los buenos. Listo para conquistar el mundo y, al mismo tiempo, completamente contento con donde está ahora. Esto me hace querer más. Esto es lo que quiero hacer a diario. Esto es lo que el mundo necesita saber. Pero no en una bañera hinchable. Para sacar mi fuerza interior, no quiero tener que ir primero en bici al supermercado Albert Heijn para vaciar la estantería de cubitos de hielo. Superar los límites: eso requiere una bañera acorde con esta mentalidad.

Y así pensaba también la gente que me rodeaba. Cada vez me cruzaba más a menudo con ellos: compañeros que buscaban el baño que les diera escalofríos. Personas que no eran reacias a pedalear un poco, pero acaparaban cubitos de hielo. ¿Y las bañeras que había en el mercado? Digamos que no cumplían el concepto de "sacar toda la potencia". Así fue como una breve sesión de respiración en Ámsterdam, se convirtió en el principio de un año y medio de investigación y diseño.

¿Nuestro objetivo? Comercializar un baño de hielo. No uno cualquiera: el mejor. El baño de hielo que mola a todos los niveles. Una bañera en la que puedas sumergirte por completo en un agua tan fría como el océano Ártico; pura y sin cloro, para que no huelas como si hubieras estado todo el día en la Piscina Tiki; tan económica que casi no notes cambios en tu factura de la luz; y con un diseño tan elegante que realmente quieras ponerla en tu salón.
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Fácil de meter y sacar, para que puedas seguir metiéndote cuando tengas 80 años. Porque se supone que entonces seguirá funcionando. Tan fácil de controlar que la abuela puede encenderlo por ti mientras te pones el bañador. E incluso puedes levantarlo con ella, suponiendo que sujetes alguna que otra mancuerna.

Teníamos el presupuesto, el tiempo, los conocimientos y la gente. La receta perfecta para aprovechar todo el potencial de un baño helado. Lo mejor de lo mejor no se consigue de la noche a la mañana. Así lo demostraron unas 1.200 horas en la mesa de diseño, más de 100 bocetos, 20 noches sin dormir, 15 errores importantes, 5 momentos eureka, 4 conceptos elaborados, 2 baños probados e incontables escalofríos.

Rendirse no es una opción. Ni siquiera cuando estás en medio de 15 grandes errores. O lleves días sin dormir bien. Persevera, supera los límites y saca lo mejor de ti mismo. ¿Escalofríos? Eso forma parte de ello. De eso trata el baño de hielo. Eso es lo que necesita respirar el baño de hielo, para que tú también puedas sacar eso de ti en un momento.

Ha habido trabajo duro, ha habido lucha. Pero no sólo somos los diseñadores, también somos los usuarios. Y después de luchar, viene un baño frío: sentirse poderoso y renacer de nuevo.
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Estamos preparados para compartir esto con el mundo. El baño de hielo está listo para liberar tu fuerza interior. Listo para liberar todo tu potencial. ¿Estás preparado?

Chiel
Fundador Icetubs