La importante diferencia entre respirar por la boca y por la nariz
¿Sueles respirar por la boca o por la nariz? Y, ¿cómo respiras durante un baño helado? Es un tema que a menudo se nos olvida, pero la importancia de tenerlo en cuenta va en aumento.
Nariz en alza
¿Sueles respirar por la boca o por la nariz? Y, ¿cómo respiras durante un baño helado? Es un tema que a menudo se nos olvida, pero cada vez es más importante tenerlo en cuenta. Lo ideal sería respirar por la nariz. Sin embargo, factores como el estrés, las alergias, la inflamación, el aire seco, la contaminación o incluso la debilidad de los músculos orofaciales pueden llevarnos a respirar por la boca. Personalmente, esto no me parece muy agradable, pero ¿hasta qué punto es mejor respirar por la nariz? En este blog, expondré todos los pros y los contras, te guiaré por diversos aspectos durante el baño de hielo y te daré consejos para fomentar la respiración nasal.
Menos propenso a enfermar
La nariz actúa como un filtro que elimina las impurezas del aire. Además, la nariz calienta y humidifica el aire, proporcionando una experiencia más confortable a tus pulmones. Respirar por la boca impone una mayor carga a tus pulmones, haciéndote más susceptible a resfriados o enfermedades. Por tanto, procura respirar por la nariz lo más posible, también durante un baño de hielo. Prueba este ejercicio: inhala por la nariz contando hasta cuatro, haz una pausa de cuatro, exhala por la nariz (o la boca) contando hasta cuatro y haz una pausa de cuatro. Repite este ejercicio durante al menos seis rondas para conseguir una eficacia óptima. Si decides exhalar por la boca, asegúrate de mantener el espacio entre los labios lo más reducido posible para evitar una pérdida rápida de aire.
Mejora tu postura
La respiración nasal introduce resistencia al flujo de aire, lo que fortalece tus músculos respiratorios. Por el contrario, la respiración por la boca implica menos resistencia, lo que contribuye a debilitar estos músculos. Como resultado, puede desarrollarse una postura encorvada con los hombros caídos. Esta postura antinatural hace que tu respiración sea más superficial y rápida. Por tanto, es importante mantener una buena postura, incluso durante un baño de hielo, para mantener la respiración tranquila y relajada.
Respiración equilibrada
Quizá el aspecto más vital sea que la respiración nasal fomenta una sensación de calma. Ayuda a establecer un equilibrio más armonioso entre el oxígeno que tomas y el dióxido de carbono que liberas. En pocas palabras, las fosas nasales son más estrechas que la cavidad oral, lo que limita la cantidad de aire que puedes inhalar. Mantener este equilibrio es crucial, ya que un desequilibrio puede provocar hiperventilación, que debe reducirse al mínimo, especialmente durante un baño de hielo.
Ayuda, ¡tengo la nariz tapada!
Después de comprender todos estos beneficios, puede que estés deseando dar prioridad a la respiración nasal. Pero, ¿qué ocurre si tienes la nariz constantemente congestionada? Existen varios métodos para aliviar la congestión, como sonarse la nariz, utilizar enjuagues nasales, inhalar vapor o aerosoles nasales. A lo largo del día, recuérdate que debes mantener la boca cerrada, y considera la posibilidad de utilizar cinta bucal mientras duermes para favorecer la respiración nasal. Con la práctica constante, puedes notar mejoras en el flujo de aire nasal con el tiempo. Hay que tener en cuenta que la respiración bucal persistente puede agravar la congestión nasal al impedir la eliminación natural de la mucosidad, lo que provoca inflamación e irritación crónica. Si la respiración nasal sigue siendo difícil a pesar de estos esfuerzos, es aconsejable consultar a un otorrinolaringólogo.
En conclusión, la boca es para comer, no para respirar. Si te interesa profundizar en la respiración, el equilibrio entre O2 y CO2, y cómo incorporarlo durante un baño de hielo, ¡permanece atento a mis próximos blogs!
Disfruta del frío,
Iris de Kock
Logopeda, entrenador respiratorio y vocal
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