Desentrañar la influencia de la respiración paradójica y abdominal
Respirar puede parecer una segunda naturaleza, algo en lo que no piensas demasiado. Sin embargo, su impacto en tu bienestar físico y mental es profundo.
Tu forma de respirar
Respirar puede parecer una segunda naturaleza, algo en lo que no piensas demasiado. Sin embargo, su impacto en tu bienestar físico y mental es profundo. Una respiración tranquila tiene un efecto calmante y reduce la frecuencia cardiaca, lo que reduce el estrés y aumenta los niveles de energía. Por el contrario, una respiración rápida y superficial tiende a aumentar los niveles de estrés. En este blog, vamos a explorar las diferencias entre la respiración paradójica y la abdominal. ¿Estás preparado?
Una actividad fundamental
¡Respiras aproximadamente 20.000 veces al día! Pero, ¿te has planteado alguna vez si respiras demasiado deprisa, demasiado superficialmente o quizá incluso demasiado profundamente? Estos hábitos inconscientes pueden afectar negativamente a tu vida diaria. Molestias como el estrés, la fatiga e incluso los ronquidos no deben considerarse normales. Por tanto, es crucial que seas consciente de cómo respiras.
¿Debo respirar alto o bajo?
La respiración paradójica se caracteriza por un marcado movimiento del pecho y, a veces, incluso de los hombros. Este patrón de respiración alta es poco profundo, rápido, audible y visible. En contraste con la respiración abdominal, también conocida como respiración diafragmática. Este patrón de respiración baja es más profundo, tranquilo, silencioso y menos visible; hace un uso suficiente del diafragma. Optar por la respiración abdominal es mucho más amable con tu cuerpo.
El potente diafragma
Tu músculo respiratorio principal es el diafragma, un músculo en forma de cúpula que separa las cavidades torácica y abdominal. Durante la inspiración, el diafragma se mueve hacia abajo, y durante la espiración, vuelve a moverse hacia arriba. Respiras con los pulmones, ¿verdad? ¡Pues no! Tus pulmones funcionan sólo con la ayuda del diafragma. Esencialmente, el diafragma hace por el aire lo que el corazón hace por la sangre.
Respiración consciente
Durante los periodos de descanso, procura realizar una respiración abdominal. Observa la expansión de tu abdomen al inspirar, seguida de una suave retracción durante la espiración. Prueba este ejercicio: coloca una mano sobre el vientre y otra sobre el pecho. ¿Dónde sientes tu respiración? ¿Es alta o baja? ¿Audible o tranquila? ¿Puedes guiarla hacia abajo? Intenta relajar el abdomen durante la inhalación y contraerlo muy suavemente durante la exhalación. Un patrón respiratorio alto no siempre tiene por qué ser preocupante. Durante el esfuerzo físico, por ejemplo, tu cuerpo necesita más oxígeno porque tus músculos producen más dióxido de carbono. En ese caso, tu pecho colabora activamente en la respiración. Sin embargo, ¡recuerda siempre dar prioridad a la respiración diafragmática!
Relájate en el agua fría
Tanto la respiración abdominal como la paradójica pueden manifestarse durante un baño de hielo. Presta atención a tu respiración mientras te sumerges en el agua fría. El estrés inducido por el frío puede provocar una respiración rápida y superficial. Para contrarrestarlo, concéntrate en respiraciones lentas y profundas para inducir la relajación. Comprender de antemano tus patrones respiratorios puede mejorar tu capacidad para mantener la calma durante un baño helado. Intenta controlar durante el día cómo responde tu respiración, ¿puedes mantenerla lo más calmada posible?
Si te interesa profundizar en el tema de la respiración, ¡permanece atento a mis próximos blogs!
Disfruta del frío,
Iris de Kock
Logopeda, entrenador respiratorio y vocal
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