¿TERAPIA EN FRÍO tu buena Intención para 2023? 5 consejos para mantenerla
¡Recompénsate por tus esfuerzos! Empezar el día con agua helada puede ser un hábito difícil pero gratificante de desarrollar. Sigue estos 5 consejos para mantener tu compromiso y convertirlo en parte de tu rutina diaria.
Tienes un objetivo para 2022; quieres sentirte más en forma, con más energía y saber si puedes superar tus propios límites. Quieres hacerlo a través del agua helada. Te propones empezar el día cada mañana en un Icetub o bajo la ducha fría. ¡Un buen propósito! Pero como ocurre con muchos buenos propósitos, es muy posible que a la tercera semana de enero vuelvas al agua caliente porque, al fin y al cabo, es mucho más cómoda. Para hacer las cosas de otro modo este año y convertir tu propósito en un hábito, aquí tienes 5 consejos que te ayudarán a cumplirlo esta vez.
1. Piensa por qué lo haces
2. Elabora un plan
3. Hazlo juntos o implica a los que te rodean en tu plan
4. No te rindas si te desvías del camino
5. ¡Recompénsate!
1. PIENSA POR QUÉ LO HACES
¿Por qué quieres empezar el día con agua fría cada mañana? ¿Es porque has oído que mucha gente lo hace? ¿Porque lo has visto pasar en Instagram y por eso supones que es bueno para ti? Entonces no lo estás haciendo por motivación propia y lo más probable es que desistas en algún momento. Si sabes por qué las duchas frías (para terminar) o darte un chapuzón en un Icetub son tan buenos para ti, entonces querrás seguir disfrutando de estos beneficios y te resultará más fácil seguir con ello. Por ejemplo, ¿quieres reforzar tu sistema inmunitario? ¿Sentir menos estrés? ¿Activar tu grasa parda? ¿Romper tu rutina matutina? Son objetivos que pueden ser diferentes para cada persona, pero en los que el agua fría puede ser la herramienta que te ayude. Así que adéntrate en la terapia del frío y escribe lo que tú personalmente quieres obtener de ella.
2. HAZ UN PLAN
Como ocurre con muchas cosas, es importante que elabores un plan para alcanzar este objetivo. Si esperas ser capaz de sentarte en una bañera a 3 grados durante 2 minutos inmediatamente o permanecer bajo la ducha helada durante minutos desde el primer día, lo más probable es que te decepciones a ti mismo y te rindas. Lo mejor es crear un programa realista en el que vayas aumentando poco a poco. Por ejemplo, primero pon el Icetub a 15 grados durante unos días (créenos, eso también es frío) y ponlo un grado más frío cada semana. O pon el grifo de la ducha en frío durante los últimos diez segundos de tu sesión de ducha para empezar y aumenta el número de segundos semanalmente. Así te preparas mental y físicamente para ir un paso más allá cada vez.
3. HACERLO JUNTOS O COMPARTIR TU PLAN CON OTROS
Por algo dicen que juntos sois más fuertes que solos. Seguro que hay días en los que sientes frío nada más levantarte de la cama y no te apetece sumergirte en agua fría. En momentos así, estaría bien tener a alguien que te recordara por qué estás haciendo esto. O por qué lo haces, si lo haces con alguien. Comparte tus planes con tu pareja, mejor amigo, hermano o hermana. Deja que sean tu bastón o inspíralos para que se unan a ti. Así superarás más fácilmente los momentos difíciles. Y, por supuesto, es mucho más acogedor hacerlo juntos. También es bueno que cuentes a la gente de tu entorno tu objetivo para este año. Así crearás presión social y aumentarás la probabilidad de que lo mantengas. Por supuesto, no querrás que la gente te vea como alguien que se rinde rápidamente.
4. NO TE RINDAS CUANDO ESTÉS FUERA DE TI
Especialmente con las dietas, se ve a menudo que esto ocurre; te dejas llevar un fin de semana en una cena o en un cumpleaños. Entonces es mejor que tires la toalla y abandones la dieta porque "se ha estropeado de todos modos". Eso no es cierto, por supuesto. Es lógico que no puedas cambiar tu comportamiento de golpe sin luchar. Al contrario, si te has equivocado durante un tiempo, es importante que lo retomes. Lo notarás en las frías mañanas de invierno, después de una noche con demasiadas copas o cuando simplemente no te sientas bien. No está mal saltarse un día (o más) y darse un buen baño o ducha caliente. Siempre que después retomes la actividad donde la dejaste. Vuelve a pensar por qué estás haciendo todo esto, relee tu plan e implica a tus seres queridos. Así retomarás la actividad donde la dejaste en un abrir y cerrar de ojos.
5. ¡RECOMPÉNSATE!
¿Y si has alcanzado tu objetivo? Entonces, por supuesto, disfrutarás de los beneficios del agua fría, pero también es bueno recompensarte por tu buen comportamiento. Si recuerdas de antemano que vas a hacer o comprar "esa cosa" si lo has mantenido, es otro palo extra durante el proceso. Por supuesto, cuál sea esa recompensa perfecta es diferente para cada persona, pero asegúrate de hacer un esfuerzo adicional. ¡Te lo has ganado!
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