Cómo hacer hielo en un congelador Bath

Aunque existen baños de hielo hechos a medida, el bricolaje con un arcón congelador te permite personalizar la instalación para adaptarla a tus necesidades y presupuesto. Veamos cómo transformar un congelador en un baño de hielo funcional.

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La inmersión en agua fría ha ganado popularidad como práctica de recuperación y bienestar. Sin embargo, los baños de hielo habituales pueden resultar incómodos y caros si no tienes tu propia bañera de hielo.

Convertir un arcón congelador en un baño de hielo ofrece una solución práctica y rentable. Con algunas modificaciones en un congelador, puedes disfrutar de los beneficios de la terapia del frío en la comodidad de tu casa.

Aunque existen baños de hielo hechos a medida, el bricolaje con un arcón congelador te permite personalizar la instalación para adaptarla a tus necesidades y presupuesto. Veamos cómo transformar un congelador en un baño de hielo funcional.

Sigue leyendo para aprender a hacer un baño de hielo del congelador en unos sencillos pasos. Pero antes, definamos de qué hablamos cuando nos referimos a un baño de hielo del congelador. 

¿Qué es un hielo Bath de un congelador?

Un baño de hielo creado a partir de un congelador es una solución de terapia de frío que puedes hacer tú mismo y que transforma un arcón congelador en una bañera de inmersión fría. 

Este planteamiento te permite disfrutar de los beneficios de la inmersión en agua fría en la comodidad de tu casa sin tener que comprar un modelo construido expresamente para ello. 

Modificar el congelador puede convertirlo en un espacio dedicado a las inmersiones en frío, eliminando la necesidad de una bañera separada o un equipo costoso.

Antes de hablar de cómo convertir un congelador en un baño de hielo, hablemos de por qué podrías hacerlo en primer lugar. 

¿Por qué convertir un congelador en hielo Bath?

Convertir un arcón congelador en un baño de hielo ofrece varias ventajas, como la rentabilidad y una configuración personalizable.

A continuación te explicamos por qué te conviene hacer tu propio baño de hielo en el congelador:

Solución rentable

Construir tu propio baño de hielo utilizando un arcón congelador es bastante más barato que comprar una bañera de inmersión en frío fabricada ex profeso. Los arcones congeladores de segunda mano suelen costar una fracción de lo que cuestan, lo que los convierte en una opción asequible para quienes tienen un presupuesto limitado.

Configuración personalizable

Cuando conviertes un congelador en un baño de hielo, tienes la flexibilidad de adaptar la configuración a tus necesidades específicas. Puedes elegir el tamaño del congelador en función de tu tipo de cuerpo y del espacio disponible, garantizando una experiencia de terapia de frío cómoda y eficaz. 

Además, puedes incorporar elementos como sistemas de filtración, generadores de ozono o luces subacuáticas para mejorar la funcionalidad y el ambiente de tu baño de hielo.

Cómodo y accesible

Tener un baño de hielo en casa significa que puedes disfrutar de sesiones de terapia de frío siempre que quieras, sin necesidad de desplazarte a un centro especializado o a un gimnasio. Esta comodidad facilita la incorporación de la inmersión en agua fría a tu rutina diaria, ya sea para la recuperación post-entrenamiento, el alivio del estrés o el bienestar general.

Hablemos del tipo de congelador que necesitas para hacer un baño de hielo. 

Tipos comunes de congeladores utilizados para baños de hielo

Los arcones y los congeladores verticales son dos opciones habituales a la hora de elegir un congelador para tu baño de hielo DIY.

Empecemos por los arcones congeladores. 

Arcones congeladores

Los congeladores de arcón son la opción más popular para las conversiones de baños de hielo. Ofrecen mucho espacio para sumergirse cómodamente en el frío y un diseño orientado horizontalmente que te permite sumergir completamente el cuerpo. 

La tapa de apertura superior facilita el acceso y ayuda a mantener las temperaturas frías. Los congeladores de arcón también son más eficientes energéticamente y tienen menos piezas móviles, lo que los hace fiables. La otra opción que tienes es el congelador vertical. 

Congeladores verticales

Los congeladores verticales también pueden utilizarse para convertirlos en baños de hielo, aunque pueden requerir más modificaciones. La orientación vertical significa que probablemente tendrás que retirar estantes y cajones para crear un espacio adecuado para la inmersión. 

Los congeladores verticales suelen tener menor capacidad que los arcones, lo que puede limitar la profundidad y comodidad de tu baño de hielo. Sin embargo, pueden ser una opción viable si el espacio es limitado o si ya dispones de un congelador vertical.

Una vez discutidas todas las opciones viables, averigua dónde instalar tu nuevo baño de hielo. 

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¿Dónde puedes instalar tu congelador de hielo Bath ?

Al montar tu congelador de baño de hielo, hay que tener en cuenta varios factores, como la estabilidad de la superficie y la seguridad eléctrica, para garantizar una experiencia segura y cómoda. 

A continuación te explicamos cómo elegir el lugar adecuado para tu congelador de baño de hielo: 

Seleccionar una superficie nivelada

El primer paso para montar tu congelador de baño de hielo es elegir una ubicación adecuada. Selecciona una superficie nivelada y estable, capaz de soportar el peso del congelador lleno. 

Los lugares ideales son el garaje, el sótano o el patio exterior, sobre todo los que tienen un drenaje adecuado para controlar los derrames o el desbordamiento. 

También es crucial que la zona elegida tenga acceso a una toma de corriente para el controlador de temperatura y el sistema de filtración, para que la instalación funcione sin problemas.

Garantizar la seguridad eléctrica

La seguridad eléctrica es una consideración crítica a la hora de instalar tu congelador de baño de hielo. Coloca el congelador lejos de las fuentes de agua para minimizar el riesgo de peligro eléctrico. 

Asegúrate de que todos los componentes eléctricos, como el controlador de temperatura y los cables de alimentación, están correctamente conectados a tierra y protegidos contra la humedad. 

Para protegerte aún más de los problemas eléctricos, utiliza enchufes con interruptor de circuito por fallo a tierra (GFCI), que están diseñados para evitar descargas eléctricas en entornos húmedos.

Proporcionar una ventilación adecuada

Una ventilación adecuada es clave para mantener la eficacia de tu congelador de baño de hielo. Deja espacio en todos los lados para garantizar una circulación de aire adecuada alrededor de la unidad. 

Evita colocar el congelador a la luz directa del sol o cerca de fuentes de calor, ya que estas condiciones podrían comprometer su capacidad y eficacia de refrigeración.

Considerar la accesibilidad y la privacidad

Al elegir la ubicación, ten en cuenta la accesibilidad. El congelador debe colocarse en un lugar donde puedas entrar y salir fácilmente, con espacio suficiente alrededor de la unidad para moverte con comodidad. 

Si vas a instalar tu baño de hielo en el interior, piensa en la privacidad. Elegir una habitación exclusiva o una zona apartada te permitirá disfrutar de tus sesiones de terapia de frío sin interrupciones.

Planificación del drenaje

El desagüe es un aspecto importante de tu instalación. Aunque no es absolutamente necesario, tener un desagüe en el suelo cerca puede ser muy útil cuando llegue el momento de vaciar y limpiar el congelador del baño de hielo. Si no dispones de un desagüe en el suelo, asegúrate de que tienes un plan para vaciar el agua de forma segura y eficaz para evitar posibles problemas.

Consultar a un electricista profesional

Si tienes dudas o inquietudes sobre la instalación eléctrica o la seguridad de tu congelador de baño de hielo, es aconsejable que consultes a un electricista profesional. Ellos pueden garantizar que tu instalación cumple los códigos y normativas de construcción locales, proporcionándote tranquilidad mientras disfrutas de sesiones de terapia de frío.

Con el lugar elegido, vamos a convertir tu congelador en un baño de hielo. 

Cómo convertir un congelador en hielo Bath

Convertir un arcón congelador en un baño de hielo es una forma rentable de disfrutar de los beneficios de la inmersión en agua fría en casa, aunque requiere algunos pasos, empezando por elegir el congelador adecuado. 

Cubitos de hielo y cubitera sobre una superficie azul

Sigue estos pasos para transformar tu congelador en un baño de hielo funcional:

Paso 1: Elige el arcón congelador adecuado

Al elegir un arcón congelador para convertirlo en un baño de hielo, ten en cuenta el tamaño, la capacidad, la calidad del aislamiento, el estado y las opciones de drenaje. 

Ten en cuenta los siguientes factores clave: 

Tamaño y capacidad

Al elegir un arcón congelador para un baño de hielo, es esencial seleccionar uno que se adapte cómodamente a tu cuerpo. Se recomienda un congelador con al menos 1,5 metros cúbicos de capacidad para que la experiencia sea espaciosa y envolvente. Para asegurarte de que el congelador se adapta a tu complexión, mide tu altura y la anchura de tus hombros.

Calidad del aislamiento

La calidad del aislamiento de un arcón congelador es crucial para mantener estable la temperatura del agua y minimizar el consumo de energía. Un aislamiento de alta calidad ayuda a evitar la condensación y prolonga la vida de tu baño de hielo. Para mejorar tu experiencia, asegúrate de dar prioridad a un congelador con un aislamiento superior.

Estado y antigüedad

Tanto si lo compras nuevo como usado, el estado del congelador es importante. Opta por un congelador que esté en buen estado y no tenga óxido, abolladuras ni grietas. Los modelos más nuevos suelen ofrecer mejor aislamiento y eficiencia energética. Si compras un congelador usado, inspecciónalo a fondo y comprueba su funcionamiento.

Tapa y precinto

La tapa del congelador desempeña un papel importante en el mantenimiento de la temperatura del agua durante tu baño de hielo. Asegúrate de que la tapa cierra bien y forma un sello hermético para evitar la pérdida de calor. Una tapa con bisagra o contrapeso incorporado es ideal para abrirla y cerrarla fácilmente durante las sesiones.

Opciones de drenaje

Piensa cómo vas a vaciar el agua del baño de hielo. Algunos arcones congeladores tienen tapones de vaciado incorporados, lo que facilita la eliminación del agua. Si el congelador carece de tapón de vaciado, puede ser necesario vaciarlo manualmente, así que planifica en consecuencia para facilitar la eliminación del agua y su limpieza.

Eficiencia Energética

La eficiencia energética es un factor importante a tener en cuenta al elegir un arcón congelador. Busca modelos con buena clasificación energética para minimizar los costes de funcionamiento y mantener una temperatura constante del agua. 

Los congeladores energéticamente eficientes reducen el esfuerzo del sistema de refrigeración, garantizando una vida útil más larga y un mejor rendimiento de tu baño de hielo.

Ahora que has elegido tu congelador, es hora de impermeabilizarlo. 

Paso 2: Sella el congelador para impermeabilizarlo

Sellar tu arcón congelador es un paso clave para convertirlo en un baño de hielo funcional. Una impermeabilización adecuada evita fugas, protege los componentes eléctricos del congelador y garantiza una instalación segura y duradera. 

He aquí cómo sellar eficazmente tu congelador:

1: Limpia el interior

Empieza limpiando a fondo el interior del congelador con un detergente suave y agua templada. Asegúrate de eliminar todos los restos, suciedad o residuos para dejar una superficie limpia a la que pueda adherirse el sellador. Deja que el interior se seque completamente antes de pasar al siguiente paso.

2: Elige un sellador adecuado

Selecciona un sellador de silicona de alta calidad y apto para alimentos, diseñado para acuarios o aplicaciones marinas. Estos selladores son duraderos, flexibles y resistentes al agua y a los cambios de temperatura. Evita utilizar silicona doméstica estándar, ya que puede no proporcionar la impermeabilidad necesaria para esta aplicación.

3: Aplica el Sellante

Aplica un cordón generoso de sellador de silicona a lo largo de las costuras, esquinas y juntas del congelador. Presta especial atención a las zonas alrededor del orificio de drenaje, las bisagras de la tapa y las grietas o hendiduras. Utiliza una herramienta alisadora o el dedo para extender uniformemente el sellador, asegurándote de que se adhiere bien a todas las superficies.

4: Deja que se cure el sellador

Consulta las instrucciones del fabricante para conocer el tiempo de curado recomendado, que suele oscilar entre 24 y 48 horas. Mantén abierta la tapa del congelador durante este periodo y evita tocar o alterar el sellador. Un curado adecuado es crucial para conseguir un sellado hermético.

5: Prueba de fugas

Cuando el sellador se haya endurecido del todo, llena el congelador con unos centímetros de agua y déjalo reposar varias horas. Inspecciona el congelador para detectar cualquier signo de fuga, como gotas de agua o charcos alrededor del exterior. Si se detecta alguna fuga, vacía el agua, seca las zonas afectadas y vuelve a aplicar el sellador según sea necesario.

Con el congelador efectivamente sellado, debes instalar un sistema de control de temperatura para mantener temperaturas precisas y constantes. 

Paso 3: Instalar un sistema de control de la temperatura

Instalar un sistema de control de temperatura en el congelador de tu baño de hielo es esencial para mantener la temperatura deseada del agua, garantizando una experiencia de terapia de frío segura y eficaz. 

A continuación te explicamos cómo instalar el sistema de control de temperatura: 

1: Seleccionar un controlador de temperatura

Instalar un sistema de control de temperatura en tu congelador de baños de hielo es esencial para mantener la temperatura deseada del agua, garantizando una experiencia de terapia de frío segura y eficaz. El primer paso es seleccionar un controlador de temperatura fiable. 

Opta por un programador digital con una sonda estanca que pueda medir y regular con precisión la temperatura del agua. El Inkbird ITC-308 es una opción popular conocida por su precisión y su interfaz fácil de usar.  

2: Configurar el controlador de temperatura

Una vez elegido el controlador, el siguiente paso es configurarlo según las instrucciones del fabricante. Este proceso implica cablear el controlador de temperatura a la fuente de alimentación de tu congelador. 

3: Colocación de la sonda de temperatura

La colocación adecuada de la sonda de temperatura es fundamental para una regulación precisa de la temperatura. La sonda estanca debe colocarse dentro del congelador, totalmente sumergida en el agua. 

Para asegurarte de que permanece en su sitio, sujeta la sonda al lateral del congelador mediante ventosas o clips adhesivos. 

La colocación correcta de la sonda garantiza que el controlador mida con exactitud la temperatura del agua, lo que permite un control preciso de las condiciones del baño de hielo.

4: Configurar los ajustes de temperatura

Con el controlador y la sonda colocados, el siguiente paso es configurar los ajustes de temperatura. Programa el controlador para mantener la temperatura del agua dentro del intervalo que desees, normalmente entre 7-15°C (45-59°F) para conseguir un baño de hielo eficaz.

5: Supervisión y ajuste del sistema

Es importante controlar y ajustar el sistema según sea necesario después de configurarlo. Para asegurarte de que el regulador funciona correctamente, comprueba regularmente la temperatura del agua con un termómetro independiente. 

Si es necesario, ajusta la configuración para afinar la temperatura. La supervisión y el ajuste constantes proporcionan una experiencia de terapia de frío más segura y controlada, reduciendo el riesgo de sobreexposición al frío extremo.

Antes de continuar, es importante que te asegures de que la bañera de hielo es segura. Lleva algunos cables, así que es esencial que te asegures de que no te electrocutas.

Paso 4: Garantizar la seguridad eléctrica

Al convertir un arcón congelador en un baño de hielo, hay que dar prioridad a la seguridad eléctrica. El agua y la electricidad pueden ser una combinación peligrosa, por lo que deben tomarse las precauciones adecuadas para minimizar el riesgo de descarga eléctrica o daños.

Esto puede hacerse siguiendo varios consejos, como un GFCI, componentes impermeables y siguiendo prácticas seguras. A continuación te explicamos cómo asegurarte de que el baño de hielo de tu congelador es eléctricamente seguro: 

Instalación de un interruptor de circuito por fallo a tierra (GFCI)

Para aumentar la seguridad de tu congelador de baño de hielo, empieza por instalar una toma de corriente con protección GFCI para alimentar la unidad. Las tomas GFCI están diseñadas específicamente para cortar rápidamente la corriente si detectan un fallo a tierra, reduciendo significativamente el riesgo de descarga eléctrica. 

Es importante probar regularmente la toma GFCI utilizando los botones de prueba y reinicio incorporados para asegurarse de que funciona correctamente. Si la toma no se dispara o no se restablece correctamente durante la prueba, debes sustituirla inmediatamente para mantener un entorno seguro.

Impermeabilización de componentes eléctricos

A continuación, céntrate en impermeabilizar los componentes eléctricos de la instalación de tu congelador de baño de hielo. Cuando instales el controlador de temperatura y cualquier otro componente eléctrico, colócalos en cajas de conexiones estancas. 

Esta precaución los protege de la humedad y la condensación, que podrían provocar fallos eléctricos. 

Además, sella cualquier punto de entrada de cables en el congelador o las cajas de empalmes con sellador de silicona. Este paso es crucial para evitar que se filtre agua, lo que podría causar daños o cortocircuitos.

Aplicación de prácticas de cableado seguras

Por último, es esencial seguir unas prácticas de cableado seguras para garantizar la longevidad y seguridad de tu congelador de baño de hielo. 

Si no confías en tu capacidad para manejar el cableado eléctrico, es aconsejable que contrates a un electricista profesional para asegurarte de que la instalación es segura y cumple los códigos de construcción locales. Utiliza el calibre de cable adecuado a las necesidades de potencia de tu congelador para evitar sobrecalentamientos y posibles incendios eléctricos. 

Además, ordena y sujeta los cables sueltos con bridas o pinzas. Esta organización evita que los cables entren en contacto con el agua o las piezas móviles, aumentando aún más la seguridad de tu instalación.

Con tu baño de hielo apto para el congelador, es hora de llenarlo. 

Paso 5: Llena el congelador de agua

Una vez que hayas sellado el congelador e instalado el sistema de control de temperatura, es hora de llenarlo de agua, pero sólo después de comprobar su estabilidad. 

Aquí tienes algunos consejos para que el proceso de llenado sea fluido y eficaz:

1. Establecer la estabilidad y la seguridad

Antes de llenarlo, asegúrate de que el congelador está colocado sobre una superficie nivelada y estable. Esta precaución ayuda a evitar una distribución desigual del agua, que podría hacer que el congelador se volcara o provocar una experiencia de terapia de frío desequilibrada. La estabilidad es clave para mantener un entorno de baño de hielo seguro y eficaz.

2. Preparar la fuente de agua

Para empezar a llenar el congelador del baño de hielo, conecta una manguera de jardín limpia a una fuente de agua cercana, asegurándote de que la manguera esté libre de residuos para evitar contaminar el agua. Una preparación adecuada en esta fase es crucial para mantener la limpieza y la seguridad de tu baño de hielo.

3. Llenar el congelador

Empieza llenando gradualmente el congelador, dejando que el agua se extienda uniformemente por el fondo. A medida que suba el nivel del agua, puedes aumentar el caudal para acelerar el proceso.

A lo largo de este paso, vigila atentamente el nivel del agua, procurando alcanzar una profundidad de entre 60 y 90 cm (24 y 36 pulgadas), según tu estatura y preferencia. Ten cuidado de no llenar demasiado el congelador, ya que esto puede dificultar la entrada y salida seguras.

4. Comprobación de fugas

Mientras llenas el congelador, comprueba periódicamente si hay algún signo de fuga en los bordes, esquinas u orificios de drenaje. Si observas alguna fuga, detén el llenado, vacía el agua y vuelve a aplicar el sellador en las zonas afectadas antes de reanudar el proceso. Asegurarse de que el congelador no tiene fugas es vital para la eficacia y longevidad de la instalación del baño de hielo.

Paso 6: Probar y ajustar la temperatura

Antes de sumergirte por primera vez, comprueba la temperatura del agua con un termómetro fiable. Procura que esté entre 10-15°C (50-59°F) para obtener unos beneficios óptimos de la terapia de frío. Sigue estos consejos para elegir la temperatura adecuada para ti: 

Adaptación gradual

Si eres nuevo en la inmersión en agua fría, es importante que te inicies en la práctica comenzando por el extremo superior del intervalo de temperaturas recomendado. 

Baja gradualmente a temperaturas más frías a medida que tu cuerpo se aclimate al frío. Este enfoque gradual ayuda a tu cuerpo a adaptarse a la intensidad de la inmersión en agua fría, reduciendo el riesgo de shock o malestar.

Garantizar la estabilidad de la temperatura

Una vez que hayas seleccionado una temperatura inicial, controla la temperatura del agua durante unas horas para asegurarte de que tu sistema de control de la temperatura mantiene un rango constante. Mantener el agua a una temperatura estable es esencial para conseguir todos los beneficios de la inmersión en agua fría. 

Ajusta la configuración del regulador para mantener la temperatura deseada si notas alguna fluctuación.

Encontrar tus preferencias personales

A medida que te acostumbres a la inmersión en agua fría, experimenta con distintas temperaturas dentro del intervalo recomendado. 

Esto te permite descubrir qué funciona mejor para tu cuerpo. Algunas personas prefieren temperaturas más frías durante periodos más cortos, ya que el frío intenso les resulta tonificante, mientras que a otras les gusta el agua ligeramente más caliente para sesiones más largas y relajantes.

Paso 7: Mantener la calidad del agua

Mantener una buena calidad del agua en tu baño de hielo DIY es importante para la higiene, la salud y una agradable experiencia de terapia de frío. Puedes hacerlo utilizando un filtro de agua, analizando el agua, cambiándola, etc.

Aquí tienes algunos consejos para mantener limpia y fresca el agua de tu baño helado:

Instalar un sistema de filtración de agua

Para mantener la limpieza y claridad de tu baño de hielo, empieza por instalar un filtro de agua sumergible diseñado para piscinas o acuarios. Este filtro ayudará a eliminar los residuos, contaminantes e impurezas del agua. Se recomienda hacer funcionar el filtro durante varias horas al día para garantizar que el agua permanezca clara y limpia, proporcionando un entorno más higiénico para la terapia de frío.

Análisis y equilibrado periódicos del agua

Además de la filtración, comprueba y equilibra regularmente el agua de tu baño de hielo utilizando tiras reactivas para el agua de la piscina. Estas tiras te ayudarán a controlar los niveles de pH, cloro y alcalinidad. Ajusta estos niveles según sea necesario con productos químicos de piscina adecuados para evitar la proliferación de bacterias y algas, garantizando que el agua siga siendo segura y cómoda de usar.

Shock semanal del agua

Para protegerte aún más contra las bacterias y la materia orgánica, añade una pequeña cantidad de choque o desinfectante para piscinas al agua una vez a la semana. Este proceso, conocido como choque, mata cualquier bacteria o contaminante orgánico que pueda haberse acumulado con el tiempo. Sigue las instrucciones del fabricante para conocer la dosis correcta y las precauciones de seguridad necesarias.

Cambios periódicos de agua

Incluso con una filtración y un tratamiento químico regulares, es importante vaciar y rellenar completamente el baño de hielo cada cuatro o seis semanas. Si notas algún olor o decoloración en el agua, considera la posibilidad de cambiarla con más frecuencia. Los cambios periódicos de agua ayudan a mantener la calidad e higiene generales del baño de hielo, garantizando un entorno fresco para cada sesión.

Mantener cubierto el hielo Bath

Cuando no lo utilices, cubre el baño de hielo con una tapa o cubierta hermética. Esto evita que entren en el agua residuos, polvo y otros contaminantes, ayudando a mantener la limpieza y reduciendo la necesidad de mantenimiento frecuente. 

Además, cubrir el baño de hielo ayuda a mantener estable la temperatura del agua y reduce la evaporación, lo que contribuye a una experiencia de terapia de frío más consistente.

Aclararse antes de entrar

Antes de cada sesión de terapia de frío, enjuágate el cuerpo con agua limpia para minimizar la introducción de sudor, suciedad y aceites en el baño de hielo. Este sencillo paso ayuda a mantener la claridad del agua y reduce la necesidad de cambiarla con frecuencia, garantizando que el baño de hielo permanezca limpio y eficaz a lo largo del tiempo.

Si mantienes una calidad adecuada del agua y sigues las mejores prácticas para el uso de baños de hielo, podrás disfrutar de los beneficios de la terapia de frío de forma segura y eficaz en tu configuración de baño de hielo congelado DIY. 

Como puedes ver, construir tu baño de hielo a partir de un congelador, aunque es relativamente fácil, requiere mucho trabajo y esfuerzo. Si prefieres facilitarte la vida y comprar un baño de hielo hecho a medida, echa un vistazo a la selección premium de Icetubs

Reflexiones finales  

Construir tu baño de hielo a partir de un arcón congelador es una forma práctica y rentable de incorporar la inmersión en agua fría a tu rutina de bienestar. 

Puedes crear un baño de hielo funcional y eficiente en casa siguiendo los pasos indicados: elegir el congelador adecuado, asegurar una impermeabilización apropiada, instalar un sistema fiable de control de la temperatura y mantener la seguridad eléctrica. 

Un mantenimiento regular, que incluya filtración del agua, pruebas y cambios periódicos, mantendrá tu baño de hielo limpio y listo para usar. Aunque el bricolaje requiere esfuerzo y atención a los detalles, te permite adaptar la instalación a tus necesidades y preferencias específicas. 

Sin embargo, si prefieres una solución más sencilla, los baños de hielo de alta calidad fabricados específicamente ofrecen comodidad sin la molestia de tener que construir el tuyo propio. Tanto si lo haces tú mismo como si lo compras, la terapia de frío puede ser un valioso complemento para tus prácticas de recuperación y bienestar.

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